Historia

En 1978, en un pequeño rincón de reflexión y acción, nació una de las instituciones más emblemáticas del país: la Asociación Pro Obras Sociales de la Justicia. Su origen es un testimonio de visión, valentía y, sobre todo, amor por el prójimo. Todo comenzó con una mujer, una de las esposas de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia de la época: la señora Elsy de Calderón. A menudo, durante los congresos, recibía ramos de flores, un gesto de cortesía. Pero, en lugar de sentirse complacida, Elsy comenzó a cuestionarse profundamente: ¿Por qué simplemente recibir flores, cuando podría hacer algo que realmente marcara la diferencia?

Fue en ese momento cuando nació la idea que cambiaría para siempre la vida de muchos colaboradores de la rama judicial, así como de sus familias. Elsy no quería ser solo una espectadora, sino una protagonista activa en la construcción de un mejor futuro para aquellos que, sin pedirlo, jugaban un papel esencial en la justicia del país. Pensó en la necesidad de crear una organización que fortaleciera el sistema judicial desde adentro, brindando apoyo y ayuda a quienes lo necesitaban.

Así, con la convicción de que las mujeres podían desempeñar un papel fundamental en la justicia, se fundó la Asociación Pro Obras Sociales de la Justicia. Su misión: apoyar a los colaboradores del sistema judicial y sus familias, extendiendo la mano a distintas fundaciones y causas. Desde sus primeros pasos, la Asociación ha sido un faro de esperanza y solidaridad, trabajando incansablemente para que las metas establecidas cada año no solo se cumplieran, sino que se superaran, año tras año.

Durante más de cuatro décadas, la Asociación ha brindado su apoyo a miles de personas, manteniéndose firme a pesar de los desafíos y adversidades. Han transformado vidas, han impulsado sueños, y han dado voz a quienes no siempre la tienen. Gracias a este trabajo constante y desinteresado, se ha resaltado el papel de la mujer en el ámbito judicial, demostrando que la determinación, el esfuerzo y la unidad pueden transformar realidades.

Hoy, más que nunca, la Asociación Pro Obras Sociales de la Justicia sigue siendo un ejemplo de compromiso, superación y solidaridad. Un legado que no solo se forjó a través de los años, sino que sigue creciendo con cada acción, con cada gesto de amor hacia aquellos que luchan por un mundo más justo y equitativo.

Elsy de Calderón, al igual que tantas mujeres que han formado parte de este sueño colectivo, nos recuerda que una idea puede cambiar el curso de la historia, y que, con determinación, podemos hacer la diferencia. Sin duda, la Asociación seguirá adelante, como un símbolo de fortaleza, esperanza y la certeza de que siempre se puede hacer más por los demás.